Acerca de Licenciatura en Relaciones Internacionales
Los dramáticos cambios que han transformado la política internacional en estos años han provocado que el pensamiento dominante durante siglos resulte obsoleto para comprender los fenómenos globales cotidianos.
La erosión del orden tradicional, monopolizado por los estados nacionales, ha dado lugar a una dinámica distinta donde actores no estatales y no territoriales ponen en debate las viejas capacidades estatales de cuño medieval compartiendo su autoridad.
Los estados nacionales, aún actores privilegiados del sistema internacional, avanzan hoy como en la reversa de su ciclo constitutivo, en estrategias de integración. Estos procesos resultan en una renuncia a aquella soberanía que los alumbró y que alimentó el conflicto por la consolidación de las fronteras del territorio que hoy se fusiona con otro. La adecuación estatal a los procesos de reorganización de la economía internacional a escala global está dando lugar a procesos de integración que están resultando en la fusión de las fronteras nacionales con las de sus antiguos enemigos, para conformar unidades político-económicas mayores.
La reflexión y el estudio de las Relaciones Internacionales se ha enfocado hasta el momento en tanto que disciplina de los países centrales, consagrando una perspectiva excluyente, que ha predominado en la formación académica y diplomática desde los años cincuenta. Donde el acento puesto en las capacidades militares como fuente de estabilización del sistema negó el desarrollo de una perspectiva de formulación e implementación colectiva de los asuntos internacionales.
En América Latina, aunque rica en aportes a soluciones colectivas, el paradigma metropolitano termina imponiéndose en los años sesenta al compás del modelo de las fronteras ideológicas, con consecuencias en otras dimensiones: al reconocer sólo la existencia de una agenda política formulada desde los intereses de la potencia hemisférica, se consagra la fractura entre un territorio de la alta política, la política internacional, y baja política, la doméstica. Se participa de la política internacional en la medida en que se aceptan en forma excluyente los renglones o temas de la agenda ofrecida, impulsando de esta manera los intereses de quien la formula. Así, aquellas iniciativas fuera de éstos quedan condenadas al espacio de la baja política.
Nuestra propuesta curricular promueve un enfoque que supere esa fractura, que, reconociendo la vastedad de fenómenos globales que nos atraviesan, revalorice como espacio de autodeterminación y soberanía al plano político doméstico, y la política internacional resulte entonces el plano del despliegue del proyecto político doméstico. Asimismo, promueve activamente el protagonismo colectivo de la región en sus asuntos a través de la gestión de una agenda de formulación y articulación regional.
